¡Cómo está el mundo editorial!!!!

7:36 Pat Casalà 0 Comments

Ayer me leí dos entradas sobre el sector editorial en dos blogs que encontré la semana pasada mientras navegaba por la red en busca de experiencias similares a las mías (ambos los he puesto en blogs que sigo para no perder la información tan valiosa que ofrecen). La verdad es que el panorama que pintan acerca de la situación es absolutamente desolador.
            Voy a dejar los enlaces a estos blogs para que quien esté interesado pueda leer un poco acerca de lo que está sucediendo en el mundo editorial y las dificultades que encontramos los noveles en esta coyuntura general de crisis:
El Boom inmobiliario y el Boom editorial un post de Blas Malo Poyatos en su blog: A Hemingway le negaron 27.
Hecatombe literaria una entrada super interesante del blog que escribe Sergio G. Ros en su blog El Alma Impresa.
            Cada día estoy más segura de que va a costar mucho rehacer el camino para conseguir una oportunidad. Hubo unos años en los que las novedades eclipsaban las estanterías, en las que los beneficios de los éxitos desmedidos de noveles llenaban las arcas de las editoriales, e incluso, que algunas de tamaño pequeño apostaron por desconocidos y crecieron gracias a las ventas de esos bombazos.
            Ahora todo es distinto. Cada vez que me voy al FNAC a mirar en las estanterías de novedades para comprar libros interesantes me encuentro con que los títulos tardan mucho más en cambiar. Los autores suelen ser conocidos, hay muy pocas apuestas para nuevas caras.
            Si se cuenta con que entrar en una librería me cuesta un gran esfuerzo, que lo hago soplando e intentando dominar esa frustración que me llena los ojos de lágrimas (yo lloro cuando veo a los del Barça recibir las copas, ¡y eso que no me encanta el fútbol!) y que bloquear la intensidad del deseo de ver mis libros en esa estantería es ciencia ficción, ya podéis imaginaros lo que tardo entre visita y visita.
            Así que no me queda más remedio que armarme de paciencia (algo de lo que carezco), apostar por mi trabajo (que al fin y al cabo es lo que me da dinero a final de mes) y ponerme a estudiar todo lo necesario para mejorar de posición. Si me queda algún ratito libre, intentaré retomar el hábito de escribir novelas, si no siempre me quedan todas las escritas.
            Lo único que me he prometido hacer cada día es dejar aquí una entrada. Como yo soy de despertarme súper pronto no me cuesta nada escribir estas líneas. Y, a pesar de que últimamente han decrecido un poco las visitas, sigo entusiasmada con este proyecto. ¡Así no pierdo el contacto con las teclas del ordenador!

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¡Artistas en mi familia!!!!

15:59 Pat Casalà 2 Comments

            En este blog hay tres enlaces a páginas Web. La primera es una de mi hijo mayor, quien la abrió para compartir con los demás su pasión: crear juegos de ordenador. La página la creó él solo, sin ayuda, así que para tener 13 años fue un gran logro. ¡Ahora parece que nacen con el ordenador al lado! También está presente en los blogs que sigo, el de Nintendo DS es donde él cuelga los juegos que crea y habla acerca de Videojuegos. ¡Se ve que también es un artista!
            Me encanta tener otro creador a mi lado. Porque mi hijo mayor se parece mucho a mí en el carácter, en su forma de pensar, en su manera de actuar. Es perseverante, muy creativo y con una imaginación desbordante que le ayuda a plasmar sus mundos paralelos en los gráficos de los juegos, en la programación,…
            Los otros dos enlaces a Webs pertenecen al otro gran artista de mi familia: mi padre. Cuando clicas en mi padre, Marco y su música apareces en la página que mi padre, Toni Casalà, ha creado junto a su gran amigo Marco Rossi. Allí explican la música que hacen juntos y las actuaciones previstas en un futuro próximo. La otra Web, la música de mi padre, es la suya personal.
            Mi padre tiene un fantástico repertorio de música de los años 60 que comparte con sus familiares y amigos siempre que puede. Tiene una voz perfecta para entonar las baladas italianas y francesas de aquella década mítica y para ofrecer un rock and roll digno de una discoteca.
            Él tocaba la guitarra de joven, de hecho se ganaba algunas perrillas enseñando a niños la técnica del instrumento. Pero no siguió su vena artística y se puso a trabajar en otras cosas. De mayor, cuando ya nos tenía a sus dos hijas criadas y el negocio encarrilado, redescubrió aquella pasión juvenil que había abandonado y recuperó su ilusión por la música. Se compró una Stratocaster, partituras, aprendió inglés e informática y se puso a crear música. ¡Estoy súper orgullosa de él!
            Hoy os invito a visitar a mis dos artistas, a mi parte creativa conocer sus logros personales y a ver que mi parte creativa viene de familia.

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Críticas constructivas

11:31 Pat Casalà 2 Comments

          Como en la montaña no me puedo conectar más que con mi USB y en un banco cercano a la carretera, es que mi casa está en Francia y he de encontrar conexión MoviStar, no he podido mirar el correo hasta esta mañana.
            Me ha hecho mucha ilusión recibir un mail de una amiga que me avisaba de un error en la entrada de ayer. La verdad es que estoy super preparada para escuchar todo tipo de críticas constructivas. Considero que en cualquier área de la vida se ha de tener la mente abierta a los consejos y sugerencias que despiertan tus actos, pues es la mejor manera de aprender y de no caer en errores garrafales. Así que desde aquí, y públicamente, le agradezco a mi amiga que haya tenido la confianza necesaria para advertirme de mi falta y os animo a todos los que me leéis a hacer lo mismo de manera privada o pública. Yo os lo agradeceré.
Una de las cosas que más ha sorprendido al adentrarme en el mundo literario es saber que hay escritores que no digieren bien las críticas y que se muestran muy cerrados a la hora de aceptar consejos de otras personas. ¡Yo no soy así! No digo que no me duela equivocarme, soy perfeccionista por naturaleza y me frustra un montón fallar en algo, pero tengo las suficientes ganas de aprender como para entender el gran bagaje que se adquiere escuchando a los demás.
Recuerdo la primera vez que mi agente me habló de la necesidad de cambiar cosas en las novelas, de mover los párrafos de sito, de borrar trozos que no estaban bien, de reescribir. Lo hizo con tacto, pues ella sabe que hay muchos a los que les cuesta hacerlo. Pero yo le hice caso, aprendí a mirar los escritos de manera crítica, a buscar aquellos errores que ella señalaba y a eliminar sin reparos todo lo que sobraba. ¡Creo que esa es la única vía para aprender!
Decir que mantengo las orejas bien abiertas para absorber todas las reacciones que provocan mis escritos no quiere decir que no tenga una visión clara de las bases que no deseo tocas bajo ningún concepto. Hay licencias literarias que me reservo, así como partes de la trama o de la forma de escribir que considero primordiales, pero siempre escucho a los demás, analizo sus sugerencias y antes de tomar una decisión argumento los pros y los contras.
¡Así que si alguna cosa no os gusta u os encanta, adelante, decídmelo! Estoy segura de que todos los comentarios son útiles a la hora de mejorar, y nunca se sabe suficiente ni se escribe de todo bien como para no saber apreciar la sugerencia de un lector.

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Una reflexión matutina

7:42 Pat Casalà 0 Comments

            Hoy hace un día bastante triste, aquí en Barcelona. Las nubes se han empeñado en encapotar el sol que ha lucido durante la última semana para proporcionar unas altísimas temperaturas en la ciudad. Y, en el preludio del fin de semana, cuando se puede gozar del exterior acompañados por los rayos solares, nuestro gran astro va y se esconde.
            Nos podría servir de alegoría para muchas cosas en la vida: cuando parece que todo va de cara, un revés puede hacernos cambiar la suerte o replantearnos muchas situaciones. En muchos casos la ausencia de luz no significa necesariamente el fin de algo, más bien podemos estar ante un nuevo principio que todavía se resiste a clarear.
            Internet no me funciona, la lucecita que debería indicarme que todo va bien está completamente apagada, así que no sé a ciencia cierta cuándo voy a poder colgar esta entrada en el blog. Pero yo estoy aquí, ante el ordenador, a las 7.27 de la mañana, aporreando el teclado, intentando dejar una pequeña huella impresa en la pantalla.
            Me propuse escribir cada día un poquito y de momento lo he logrado. Aun que algunas veces me resulta complicado encontrar temas interesantes y no repetirme. ¡Creo que es imposible no repetirme! Mi mente da vueltas y más vueltas a las mismas cosas a diario, mantiene unas conversaciones parecidas con unas personas concretas cada día y repasa una y otra vez las tramas de la novela en curso, buscando grietas en la historia, incongruencias y nuevas situaciones para avanzar hacia el final.
            Así que hoy sencillamente he escrito los pensamientos que han venido a la cabeza al levantarme y ver el cielo. De manera que he compartido con la pantalla una sensación matutina, un despertar.
            Ayer me propuse retomar la novela Oros, sin embargo tuve un día un tanto agitado y no pude avanzar. Hoy creo que las horas estarán copadas por el inglés, el trabajo, mis hijos, la casa y unas cuantas cosas más que me impedirán encontrar el momento para abrir mi pequeño portátil y aislarme del mundo que me rodea para hacer una inmersión en la vida de Pam Casas. Pero prometo hacerlo durante el fin de semana. ¡Cómo mínimo dos capítulos!!!!
            Pero como todo en la vida tiene solución, he enchufado mi USB de MoviStar y volilà, ¡he aquí cómo he logrado colgar el post!!!!!

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¡Soy escritora, al fin y al cabo!

8:09 Pat Casalà 2 Comments

            Tras repasar todas y cada una de las novelas escritas durante estos últimos años y averiguar que siguen ahí, en mi cabeza, sin descender ni un ápice el cariño que siento por ellas, ayer me propuse volver a retomar la novela actual, Oros, venciendo así esa apatía que me ha caracterizado últimamente. Fui capaz de sentarme al sol con mi portátil y aporrear un ratito el teclado mientras mi mente conectaba con la historia.
            Creo que por muchos años que pasen, por muchas cosas que sucedan y a pesar de intentar por todos los medios aparcar la escritura, a una vocación no se le puede girar la cara. Siempre está ahí, acompañándote cuando menos te lo esperas, bombardeándote con ideas, escenas, personajes.
            La verdad es que les he cogido mucho cariño a todos y cada uno de los personajes de Oros. Esta novela es la continuación de La Baraja, así que la mayoría de ellos son los mismos. Cuando consigues escribir una secuela puedes vivir en primera persona la evolución de algunas de las personas que más te atraen de la trama anterior, de manera que los acompañas por la vida con ilusión, matizando su carácter, pintando su forma de ser y sus sentimientos, dejándole madurar y tomar fuerza o desapareciendo lentamente de la trama.
            Uno de los personajes que me está dando más dolores de cabeza es la asesina en serie que irrumpe en las páginas. Es una mujer fría, calculadora, pero que tiene un lado sentimental del que no se puede desprender. ¡Qué difícil es encontrarle el tono para que no parezca forzado! Me he pasado varios días navegando por la red para leer casos reales de personas como ella e inspirarme.
            En cuanto a la historia de Oros, ya está bastante perfilada en mi mente. Tengo muy claro el final y algunas de las cosas que sucederán, incluso sé la parte de la historia que quedará abierta para retomarla en la tercera novela de la saga. Ya comenté que estaba escribiendo una serie de cinco novelas llamada El Pentáculo.
            Mi único problema es que estoy abriendo tantas subtramas que no sé si las cosas acabarán encajando de una manera coherente para cerrarla o deberé tirar atrás y cambiar algunos de los argumentos para darle mayor consistencia a la historia global.
            Bueno, hasta aquí las reflexiones de hoy. ¡Qué tengo un montón de cosas que hacer! Me he prometido que voy a olvidarme de mis angustias y voy a retomar el hábito de escribir un poquito cada día. Si tenemos en cuenta que hago inglés de 8 a 9.30 tres días por semana, que trabajo, que bailo tres veces por semana y que tengo dos hijos con muuuchos exámenes, necesito encajar el horario de otra manera para cumplir con ese deseo, pero lo lograré.

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Recuerdos....

12:46 Pat Casalà 0 Comments

          
                He acabo las sinopsis, os he contado todos los inicios de las novelas que han ocupado mis anhelos estos últimos años, he exprimido mi cerebro para daros una visión lo más sugestiva posible de todos y cada uno de los manuscritos que he hilvanado con mis ideas y pensamientos y me ha servido para rememorar todo el trabajo, para extraer de mi cerebro hiperactivo todo cuanto almacena de esa creación, de esos mundos paralelos.
                Hoy, cuando me he despertado y he buscado un tema del que hablar, me ha costado un buen rato dar con algo interesante. La verdad es que escribir cada día sin repetir demasiados tópicos resulta un tanto difícil. Mis sentimientos son bastante recurrentes y mis pensamientos suelen girar en torno a un mismo tema, así que es difícil distanciarse lo suficiente de ellos como para hablar de otras cosas.
                Al fin, me he propuesto explicar cómo el patinaje artístico sobre hielo me acompañó en mi camino desde la niñez a la adolescencia. Ahora bailo, entonces patinaba. Me deslizaba por el hielo con una facilidad pasmosa, me pasaba las horas envuelta en maillots, falditas y mallas, con unos patines blancos en los pies, la sonrisa en los labios y unas ganas locas de conseguir aprender la técnica.
                ¡Era fascinante conocer a todo el mundo de la pista de patinaje!  Entraba saludando a la señora de la taquilla, sin pagar, ¡claro! Luego llamaba por el nombre a todos los empleados que llevaban el guardarropía y conseguía patinar mientras pasaban la máquina para preparar el hielo, saludando entusiasmada al señor que estaba sobre la máquina, trabajando.
                De pequeña me acompañaba mi abuela y se esperaba en el bar mientras yo tomaba lecciones, aprendía a saltar, a hacer piruetas, a cruzar los patines,… Cuando cumplí los doce años empecé a ir sola. Bajaba la calle Ganduxer caminando hasta la parada de la Diagonal, me subía en el autobús 6 y llegaba a la pista sintiéndome la reina del mambo. Tenía una taquilla con los patines que cuidaba como si fueran pequeños tesoros y era feliz con mi afición.
                Cuando un día me hice mayor y las obligaciones de horario que exigía el patinaje se interpusieron en mi vida social, decidí dejarlo. Soy tan drástica que no volví a ponerme los patines en muuuchos años, hasta que a uno de mis hijos le invitaron a una fiesta en la pista del Barça. Nada más entrar y aspirar el aroma evoqué mis años dedicados a ese deporte, mis amistades perdidas en la distancia, las horas alegres que había compartido en otra pista de patinaje. Y me fui corriendo a casa, al trastero, donde guardaba mis patines de antaño. Y me los puse y empecé a patinar y volví a deslizarme por el hielo, a hacer piruetas y a intentar saltar. ¡Me caí de bruces! ¡Pero fui super feliz!

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¡Hasta aquí las sinopsis!

8:13 Pat Casalà 0 Comments

            Hasta aquí. ¡Ya he escrito todas las sinopsis de las novelas que tengo en mi haber! ¡Espero que resulten interesantes! ¡Para mí son como pequeños hijitos a los que cuidar y ver crecer algún día!
            Espero que algún día pueda entrar en una cafetería y encontrar a alguien enganchado uno de mis libros. ¡Sería genial! Siempre lo pienso, me imagino miles de situaciones donde hay  una persona que me está leyendo. Cuando voy a la piscina miro las carátulas de los libros que leen los que toman el sol estirados en las hamacas y pienso: ¡Algún día será el mío! Y cuando paseo por el parque, o cuando voy a la playa, o cuando entro en una biblioteca, o… ¡Hay tantos lugares donde me imagino esa escena!
            Ayer me pasé muchas horas navegando por la red, buscando experiencias similares a las mías en otros blogs, leyendo a muchos otros autores que caminan por la vida con mis mismas inquietudes y metas. ¡Hay tantos! ¡Y tan pocos lo consiguen!
            Sin embargo, a pesar de que piense así y de que en muchos momentos me venga abajo, últimamente con mayor frecuencia, llevo toda la vida soñando con conseguirlo, con formar parte de la élite de escritores editados y de poder compartir con los lectores todos estos mundos interiores que desean ser parte de las vidas de los demás.
            Quizás ha llegado el momento de intentar darle la vuelta a mis sentimientos. ¡Cómo mínimo lo voy a intentar! Me he propuesto un nuevo reto: escribir cada día aquí con optimismo. A pesar de que no pueda encontrar la inspiración y de que me quede en el banquillo, quiero ver el lado positivo de todo.
            Estamos ante una época del año fantástica. Hay muchos días de sol y calor para ir a disfrutar del aire libre. La atmósfera me proporciona una paz interior muy alejada de la tristeza que me generan las largas jornadas grises de inverno. Es como si mi estado anímico estuviera ligado de alguna manera a esas nubes que encapotan el cielo y oscurecen las calles y mis esperanzas.
            Ahora hay sol y ese silencio embriagador que despierta mi lado más alegre, como si los días claros poseyeran vitaminas mágicas que me revitalizaran y me mostraran un camino de baldosas amarillas hacia la tranquilidad y el optimismo. Se respira un aire cálido, intenso, sedante. ¡Es maravilloso!
            Nunca antes había logrado escribir cada día pensando que alguien me iba a leer durante las próximas horas. Me da igual que sean sólo unos poquitos los que entren aquí, sus entradas colman mis deseos de compartir mis escritos, de alegrarme el día, de pensar que siempre hay esperanza. Así que ésta va a ser mi puerta abierta a seguir con una sonrisa en los labios, sin caer en la tentación de desmoronarme. ¿Lo conseguiré????  

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La Baraja

7:55 Pat Casalà 0 Comments

            La Baraja es la primera novela de una serie de cinco en la que actualmente estoy trabajando, así que termina con varias incógnitas que se irán desvelando en el resto de libros, todo y que deja cerrada la trama principal. 
          Pamela Casas es una inspectora del cuerpo de Mossos d’Escuadra de Barcelona con unas capacidades paranormales fuera de lo común: puede trasladarse con la mente a las escenas de los crímenes más sangrientos.
         El día de Navidad, tras enterarse del fallecimiento de Eudora, su desconocida abuela, acude a la casa donde la mujer había pasado los últimos cuarenta años de su vida. Es una casa aislada en la montaña, cerca de la localidad de Sant Llorenç de Morunys, llamada Villa Eudora. Allí Pam se enfrenta a varios sucesos inexplicables que la conducen a encontrar el diario de Eudora.
            Hugo Sánchez es un periodista que trabaja para una publicación local de La Seu d’Urgell. De pequeño perdió a sus padres y a su hermana en un accidente de coche del que todavía no se ha repuesto. El coche se despeñó por un precipicio de una carretera cercana a su hogar un día de Navidad.
            Para conmemorar el aniversario cada año Hugo conduce hasta el lugar y brinda en honor a su familia. Tras la comida en casa de sus tíos, un matrimonio rural que lo crió, se va al punto exacto del accidente, en una curva, justo en la entrada de un camino que lleva a Villa Eudora, y realiza el mismo ritual de cada año. Una serie de sucesos extraños lo llevan a la casa y a encontrarse con Pam.
Una nevada de colosales dimensiones los deja atrapados, sin cobertura en el móvil ni manera de regresar a la civilización. Pasan las horas leyendo por turnos el diario de Eudora, donde tras las palabras manuscritas descubren muchos secretos del pasado que los incumben a ambos.
         La revelación más importante del diario es la existencia de una baraja de Tarot muy antigua que contiene las pistas para encontrar cuatro objetos más que llevarán a un pentáculo donde se esconden todos los secretos de la magia. ¿Conseguirán La Baraja? ¿Desentrañaran los misterios de Eudora? ¿A qué se van a enfrentar?
            

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Indicios

9:48 Pat Casalà 0 Comments

          Indicios: Amor, intriga, viajes en el tiempo, experimentación médica, organizaciones secretas, crímenes, espías, genética…

Lily Mcright es una ama de casa londinense de 45 años que ocupa su tiempo doctorándose en literatura inglesa y dando clases a niños sin recursos en una parroquia. Perdió a su familia en un incendio nueve años atrás. Está casada con un eminente psiquiatra al que acompaña  constantemente en sus viajes profesionales alrededor del mundo. Conocer a David Garriga, un ex-nadador que se gana la vida como comentarista deportivo en la radio, en Barcelona, inicia una serie de episodios extraños en Lily: cuando regresa a Londres empieza a escribir en catalán sin haber estudiado nunca ese idioma, se mira al espejo y no se reconoce, sueña con David Garriga y con la foto de su mujer muerta que él le enseñó,…¡Él también perdió a su mujer en un incendio nueve años atrás!
           Pili Escuder es una catedrática de física de la Universitat de Barcelona con ideas revolucionarias acerca de la teoría de las cuerdas y su aplicación teórica para viajar en el tiempo. Vuela a Londres para asistir a una conferencia la misma noche en la que Lily se ha enfrentado a unos sucesos fuera de lo común, ambas mujeres se conocen en una cafetería y comparten confidencias en la habitación de hotel de Pili.
            Ronald Collins es el jefe de seguridad de un gigante farmacéutico llamado Farmagenics. Es un hombre de 66 años, nacido en un barrio marginal de Nueva York, exagente del FBI y traumatizado por el abandono de su mujer, Linda Jons. Linda pertenece a una organización no gubernamental, llamada MASS, mercenarios a su servicio, una organización invisible cuyo objetivo principal es brindar servicios profesionales al mejor postor para erradicar cualquier problema sin reparar en los métodos.
            Melisa Stewart, de 45 años, es la dueña de Farmagenics desde que su marido y sus suegros fallecieron en un incendio nueve años atrás. Es una competitiva mujer de negocios que sufre pérdidas de memoria temporales. Tiene una hija: Nikki.
            Mitsuo Kato es un publicista de Tokio con una carrera meteórica. A sus 45 años está a punto de asistir a una reunión que puede catapultarle a la fama tras conseguir la cuenta de Indufarmacs. Perdió a toda su familia en un incendio nueve años atrás y vive solo en su piso.
            Lily, Pili, David, Ronald, Milisa y Mitsuo reciben un SMS que los emplaza a sintonizar un canal de AV a la misma hora. ¿Qué les deparará el futuro? ¿Qué tienen en común? ¿Acaso tantos incendios el mismo día del mismo año significan algo? ¿Qué verán en el televisor?

            Esta es una novela inacabada. Me quedé en el folio 196 (algo así como 420 páginas de un libro). Tengo muy claro el final, así que algún día la acabaré, ¡pero no sé si me pasé de complicada!

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El Secreto de los Cristales

9:09 Pat Casalà 0 Comments

         EL SECRETO DE LOS CRISTLES: Historia, crímenes, monumentos, los cuatro elementos, arqueoastronomía, astrofísica, parapsicología, amor, traición, amenazas, aventura...

27 de octubre de 2035, Calella de Palafruguell. 5 meses y 17 días para la colisión de Apohis, un asteroide de colosales dimensiones que se acerca a la Tierra…
Ángela Harris lleva toda la vida bloqueando los dones que anidan en su interior, negándose a aceptar sus capacidades proféticas y el poder de domar la naturaleza que le fue concedido en su nacimiento, pero el asesinato de sus padres la obliga a encarar su realidad y a no negarse más a las evidencias. Astrofísica de profesión, no tarda en relacionar las pesadillas que la asaltan desde los seis años con la amenaza que se cierne contra la humanidad: Apohis, se acerca al planeta y la intención de los Visionarios es activar cinco puntos de energía ocultos en la Tierra para hacerlo colisionar y erradicar a los que no siguen sus doctrinas…
           A partir de aquí empieza una aventura que la llevará a recorrer el planeta en pos de los cristales y de los puntos energéticos. ¿Podrá evitar la colisión? ¿Salvará a su hijo de un destino cruel? ¿Entregará los cristales a Los Visionarios? ¿Estará George de su lado?
            La continuación de El Secreto de las Cuartetas nació cuando estaba puliendo la primera novela con la ayuda de Pepe. Él me advirtió de que el Epílogo que había escrito para las cuartetas no era demasiado acertado y me instó a dar una visión de Ángela algunos años después. Entonces empecé a darle vueltas, para poder visionarla en ese instante de su vida. Y le di tantas y tantas vueltas que surgió esta historia. ¡Una semana después ya había escrito tres capítulos!
           

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El Secreto de las Cuartetas

7:56 Pat Casalà 0 Comments

            Marta Noguera ha sido testigo del brutal asesinato de sus padres y el posterior rapto de su hija pequeña a manos de Ángel Ponsard, su marido. Junto a los policías que acuden a investigar el suceso está Mick Harris, un agente del FBI que ha venido desde Estados Unidos con pruebas irrefutables de la vinculación de Ángel con Los Visionarios del Tercer Milenio, una sección invisible de Al Qaeda, cuyo poder dentro de la organización terrorista es innegable.
            Mientras Marta relata su pasado junto a Ángel empieza a tener unas experiencias paranormales muy intensas. Ve los rostros de un hombre y una mujer, tocados a la antigua, que le susurran: “Marte, sigue las huellas del pasado”. Cada vez que cuenta una anécdota de los inicios de su relación con Ángel, es capaz de reproducir los hechos en su mente, como si fuera un video que pudiera parar, pasar a cámara lenta y reproducir una y otra vez.
            Una vez llega a Barcelona empiezan las revelaciones. En su lugar de trabajo, la librería Noguera, regentada hasta la fecha por sus padres, encuentra el retrato del hombre que ha visto susurrándole en la pared de la trastienda. Al descolgarlo descubre la entrada a un estudio secreteo donde se enfrenta a la lectura de una carta de sus padres anunciándole su muerte y de las memorias de una mujer del siglo XVI llamada Marta.
            Al leer el periplo de Marta se traslada a su cuerpo en el pasado y se crea una simbiosis entre ambas mujeres. Es capaz de sentir lo mismo de la que se revela como su antepasada, una mujer con el don de la profecía que mantuvo un breve idilio con Michel de Nortedame, comúnmente conocido como Nostradamus. De ese encuentro surge la estirpe Noguera.
            Gracias a la información de Mick y su hermana Amanda, Marta va descubriendo sus vinculaciones con el profeta. Ella también ha nacido con el don de la profecía. Cuando se hace patente la inherente relación entre las cuartetas de Nostradamus y las intenciones de Los Visionarios, Marta aprovecha su don para perseguir a su marido por medio mundo en busca de Ángela, su hija de cinco años,….
            Esta novela significa mucho para mí. De todas, quizás es la que más lazos sentimentales ha creado conmigo. Marta empieza su historia sentada en mi roca, habla en primera persona, el estilo narrativo que más me gusta, posee una fuerte dosis de aventura, romanticismo, tintes paranormales, reminiscencias a la novela histórica,…  ¡Es tan completa! Me sería imposible darle un género. Se nutre de muchos y los combina, de manera que cuesta etiquetarla.
            ¡A ver si os animáis a comentar qué os parecen los argumentos!!!! ¡Un beso y feliz viernes!

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Géminis

7:27 Pat Casalà 0 Comments

           Sandra Pons es una joven bióloga superdotada que trabaja para Future, una corporación que, entre otras actividades, financia investigaciones de jóvenes promesas para colaborar altruistamente en los avances de la ciencia.
            Debido a un accidente de moto, Sandra es conducida en ambulancia al Hospital Clínic de Barcelona, donde, tras unas radiografías en su rodilla, descubre que tiene un cuerpo extraño alojado en ella. A partir de ahí empieza una persecución por todo Barcelona a manos de los esbirros de Géminis, una multinacional que desea hacerse con lo que Sandra lleva escondido en la rodilla.
            Sandra cuenta con el apoyo de Marc Montfort, un chico al que conoció de jovencita en la biblioteca cercana a su casa y del que se enamoró. El destino los une en el Clínic, donde trabaja la hermana de Marc y él está haciendo un doctorado. Marc, al verla en un box de urgencias, recuerda el sentimiento que le había inspirado ella en el pasado y recupera parte de la timidez que lo acompañaba en esa etapa de su vida. Él se ofrece a acompañarla a su casa tras la falta de noticias de su familia.
            Una llamada de la madre de Sandra, justo cuando estaban entrando en su casa, los alerta acerca de la existencia de sus perseguidores. Juntos emprenden la huída tras localizar una caja que la madre de Sandra les ha indicado que busquen en el despacho de su padre.
            Escondidos en el laboratorio secreto de Sandra, ambos visualizan un video antiguo que encuentran dentro de la caja. En la grabación en blanco y negro se observan varias personas que explican qué es el descubrimiento que Sandra alberga en su rodilla y el por qué lo escondieron.
            Sandra entra en shock cuando descubre que toda su vida estaba basada en una mentira. El matrimonio Pons no son sus verdaderos padres. Tiene una hermana gemela de la que la separaron al nacer y en su rodilla está escondida la clave para cambiar el destino de la humanidad….
            …¡Y hasta aquí puedo leer!
            Esta novela la escribí hace muuuchos años. El género es la intriga científica y, quizás, la trama podría enganchar más a los jovencitos. Es la única de las novelas que no he pulido del todo, que está de origen, de cuando todavía no dominaba bien la técnica. ¡Algún día volveré a darle un vistazo!
            ¡Hasta mañana!!!!

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La Luna de Ónixon

7:33 Pat Casalà 0 Comments

             ¡Ahí va la primera sinopsis!
           
            La Luna de Ónixon: Amor, aventura, viaje astral, ciencia-ficción, el origen de la humanidad…

Laura es una joven que abandonada por su marido hace pocos meses que se levanta una mañana de verano con una sensación extraña. La Luna de Ónixon, una media luna azul engarzada en un medallón del mismo tono que heredó de su abuela, la conduce a la remota isla de Calasea, donde, embarazada de gemelos, se adentra en la gruta de Marinas y emprende una aventura que la llevará a vivir unas experiencias nada convencionales.
Tomás, el marido de Laura, se despierta la misma mañana en una cama ajena, con una mujer a su lado, sin entender cómo ha llegado allí. Su amor por Laura sigue vivo y fuerte, necesita recuperarla, implorar su perdón, pero cuando llega a su casa la encuentra vacía. ¿Dónde está Laura?
Dentro de La Gruta de Marinas Laura se enfrenta a situaciones cada vez más extrañas. No necesita satisfacer sus necesidades fisiológicas y cada noche, mientras duerme, viaja con su imaginación hasta Tomás, como si un nexo oculto los uniera. Al despertar su barriga gestante ha crecido más de lo habitual, como si el tiempo no corriera igual que en el exterior. Todo cuanto envuelve el interior de la gruta es azul…
En Barcelona, Tomás vive consumido por su idiotez. Se recrimina la desaparición de Laura, a la que busca sin éxito a través de los servicios de un detective privado. Ahoga sus penas en el alcohol y trabaja sin descanso para olvidar todas las veces en las que siente la presencia de su mujer junto a él y las anómalas experiencias que sacuden su vida. Cada vez que duerme sueña en azul, en un mundo lejano dentro de una cueva, en unas aventuras que Laura está viviendo…
A partir de aquí el relato nos llevará a un lugar donde ambos encuentran las respuestas a los últimos acontecimientos y se enfrentan a una profecía que los ha marcado como los elegidos.


…¡Y no puedo contar más!
            Es la primera novela que escribí, la que basé en mi mundo imaginario de niña: Ónixon. El género al que pertenece es sin duda la ciencia-ficción, con muchas aventuras y un fuerte sentimiento que une a la pareja en su periplo.  

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Una puerta que se cierra.....

21:25 Pat Casalà 0 Comments

            Por primera vez en muchos años empiezo a darme cuenta de que la posibilidad de quedarme aquí, en este punto, es algo total y absolutamente real. Es difícil asumir que tanto esfuerzo, tantas ilusiones y tantas expectativas acaben convertidas en un amasijo de frustraciones y ahogos.
            Hasta aquí llega la primera parte de un periplo lleno de esperanzas que se han quedado en un mar de ansiedades, negaciones, ilusiones y mucho tesón.
            Quizás encuentre un nuevo camino, una nueva manera de pintar de colores esta sensación que ahora me ahoga y casi no me deja respirar. ¡La vida es muy larga y hay que aprender a vivirla! Los golpes nunca se encajan bien, no cuando de ellos depende parte de tu esperanza.
            Pero la verdad es que analizando la situación, poniendo sobre la mesa todos los años perdidos detrás de un espejismo, entiendo que debo apretar los dientes, sacar fuerzas de la flaqueza y volver a sonreír. ¡Siempre hay otra vía! ¡Siempre se ve luz al final del túnel! Y acabar con algo no necesariamente quiere decir cerrar la puerta a las ilusiones.
            Viéndolo en perspectiva, he de admitir que al principio fue necesaria la espera, el trabajo, el aprendizaje. Los consejos me fueron bien, pero quien puso las horas, las ganas y el esfuerzo fui yo. Y estoy orgullosa de ese esfuerzo, de haber logrado escribir con un mínimo de soltura, de haber aprendido esa técnica que en un principio se resistía a acompañarme.
            Lo malo están siendo los finales, esos en los que mi esperanza ha agonizado hasta convertirse en una hoguera extinta y dejar en ascuas mi inspiración. Vivo sin párrafos, sin frases, sin un mundo de palabras conjugadas que llenen el folio en blanco de la pantalla. Sólo soy capaz de escribir cada día aquí, en este espacio, en este blog. 
            Cuando ya todo estaba de cara, cuando la técnica ya no era un impedimento y las ideas habían tejido una historia más compacta, más madura, más a la altura de las expectativas, parece que falta el tiempo. ¿O acaso no estamos ante un final?
            Espero encontrar un resquicio de luz en otra puerta, en una ventana, en cualquier abertura que pueda iluminar de nuevo la esperanza y trazar una vía directa hasta la meta. ¡No me voy a rendir!
            De momento voy a seguir luchando, aporreando el teclado cada día para proseguir mi viaje en este blog, intentando volver a conectar con las novelas, darles una nueva oportunidad y seguir adelante con mi sueño. ¡Mañana mismo empezaré con las sinopsis!

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El contador de visitas

8:05 Pat Casalà 0 Comments

            Ayer instalé un contador de visitas en la Web. Quería descubrir la cantidad de gente a la que le interesa leer alguna de mis entradas o, sencillamente, curiosean el blog. Es gratificante saber que sólo ayer me visitaron 20 personas (¡las otras dos visitas son mías!).
            Cuando empecé a escribir el post diario estaba bastante desmoralizada, mi agente apenas tiene espacio para mi trabajo y el tiempo se escurre entre mis dedos sin haber logrado avanzar durante unos meses. Cada uno de los pasos que doy es lento y pesado y luego se estancan durante un largo periodo.
            Poder expresar aquí, en este espacio, mis emociones, mis frustraciones, mis anhelos,… me ha llenado de una vitalidad insólita. Y saber que alguien entra a veces y lee la entrada es todo lo que necesito para sonreír.
            La finalidad de escribir es compartir, ya lo he mencionado en varias ocasiones, así que el simple hecho de encontrar que el contador ha subido, ni que sea en una persona, es genial. Y más después de tantos años de compartir mi trabajo únicamente con mi agente, mi gran amiga Rosa y conmigo misma.
            ¡Así que gracias! ¡Gracias por hacer subir el contador! ¡Gracias por compartir conmigo este trocito de mi trabajo! ¡Gracias!!!!
            Últimamente he dejado leer El Secreto de las Cuartetas a algunos amigos y estoy esperado su veredicto. Tras tantos años escuchando críticas constructivas acerca de algunos cambios, ahora me irá bien conocer la opinión de algún que otro lector. Estoy abierta a todo. ¡No puede gustarle lo mismo a todo el mundo!!!!
            Ayer recibí un mail en el que una amiga me sugería que hablara acerca de las novelas, que explicara un poco la trama. A partir de mañana voy a hacer una pequeña sinopsis de cada una de ellas, buscando la manera de explicaros algo de la historia sin comprometer la lectura posterior. ¡Quién sabe! ¡Quizás algún día sea posible leerla de verdad!

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Palabras

8:11 Pat Casalà 0 Comments

           La experiencia de compartir con esta página los años y años acumulando páginas de libros está resultando gratamente reconfortante. La mayor aspiración de una persona que escribe es que la lean, así como el que pinta quiere que se admiren sus cuadros, el que canta que se oiga su música y el que cocina que se saboreen sus platos.
            Mi última finalidad es clara, llegar a algunos lectores, compartir con ellos esos mundos paralelos de los que habla el título del blog, escuchar sus críticas, tanto entusiastas como negativas, y crecer con ellas. ¡Es lo que realmente ansío!
            Ahora que escribo poco en el ordenador, que me guardo la historia en mi interior de manera un tanto absurda, las palabras brotan en mi mente todo el día. Es como si estuviera encadenada a la escritura por una cuerda oculta que me inunda literalmente de ideas, personajes y mundos.
            Ya me sucedía de pequeña. Por eso quizá vivía en mi mundo imaginario y era un tanto diferente, por las mil ideas que se me ocurrían y por los momentos en los que las decía en voz alta, compartiendo con los demás esos lugares inexistentes o los personajes que poblaban mi mente.
            Hay momentos en los que me digo a mí misma que eso es una maldición,        que ojalá pudiera deshacerme de la imaginación desbordante para convertirme en alguien con las ideas un tanto más quietas. Pero en el fondo sé que ser capaz de crear esas realidades paralelas es fantástico.
            He leído en un blog inactivo, pero super interesante, llamado Miserias Literarias, que a muchos escritores les sucede exactamente lo mismo, que conviven diariamente con sus invenciones y que es algo innato. Así que, ¡quién sabe! ¡Quizás es que los astros se están conjurando para llevarme al final del camino algún día! ¡Y si no, pienso publicar las novelas Online, donde alguien me pueda leer!

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Lecturas

9:38 Pat Casalà 0 Comments

          ¡Parece mentira lo que puede acarrear tanto estudio de la técnica! Yo, una lectora empedernida, que llevo enganchada a los libros desde niña, que he devorado miles y miles de libros, fascinada por sus tramas, enganchada a las historias, absorbiendo cada una de sus palabras, ahora me encuentro con que no los puedo leer todos.
            Me había propuesto volver por un tiempo a mis inicios de jovencita (Las novelas infantiles de Las Gemelas, Torres de Malory, los Cinco,… me parecen desfasadas para mí), a Victoria Holt y Danielle Steel, a las sagas románticas que me hacían estremecer en la adolescencia, a aquellos libros que heredé de la estantería de mi abuela, que me despertaban el anhelo de enamorarme y vivir una aventura, de irme a Inglaterra a saborear los pastelillos de té que las protagonistas de Victoria Holt siempre ofrecían a sus visitas,….
            Siempre me han apasionado las historias. En la adolescencia, cuando me leía uno de estos libros a la semana, me pasaba las horas soñando despierta con mi futuro amado, lo veía montado a lomos de un caballo en la Inglaterra Victoriana, o como un directivo de éxito en la era actual. Era capaz de sentir la intensidad de unas emociones que arreciaban en mí como si él fuera de carne y hueso y no una simple proyección de mi mente.
            Un día, cuando mi padre apareció del brazo con un nuevo libro, cambió mi visión de la lectura. Era El Ocho, de Katherine Neville. Su lectura fue catártica, algo mágico, el inicio de una larga temporada de devoción a las novelas de aventura, de misterio, de fenómenos paranormales. Me gastaba parte de la semanada en libros, otros los sacaba de la estantería de mi padre (quien por aquel entonces era aficionado a la lectura). De esa manera dejé a un lado las sagas románticas y empecé a cultivar el que a día de hoy es mi estilo.
            La semana pasada decidí rescatar una novela de Danielle Steel, con ansias de volver a engancharme a esas historias de amor increíbles que me hacían estremecer a los quince años. Pero no he podido leer demasiado. Ya no me engancha, ya no me seduce, ya no me atrapan esas frases huecas y sin una cadencia emocionante. ¡Y que sea yo quien lo diga!
            Así que deberé empezar a buscar un nuevo libro. El Ocho ya me lo he leído cuatro veces, pero quizá no estaría mal volver a él. O también podría ir a la biblioteca a revolver las estanterías en busca de algún tesoro del pasado que me ayude a deshacerme de la lasitud que me impulsa a no seguir mi vocación últimamente….

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Uffffffffff

8:34 Pat Casalà 2 Comments

            Cada día, cuando me levanto y pienso en el tema que voy a tratar en el blog, intento no permitir que mis fantasmas se cuelen por los recovecos de las palabras que quedarán impresas a la vista de todos. Busco la inspiración y aliento a todas las maravillas de escribir a plasmar un post intenso.
            Hoy, sin embargo, quiero dar rienda suelta a algunas de las emociones reales que pueblan mi interior, aquellas que me frenan a la hora de continuar escribiendo la novela e inundan, literalmente, mis pensamientos de historias, tramas, personajes,…
            La triste realidad es que por mucho que me empeñe, en un acto infantil de negación, en no seguir aporreando el teclado, no puedo evitar tener una imaginación desbordante y una cabeza que no para de dar vueltas y más vueltas a la trama. A veces pienso que es como una maldición y me gustaría que alguien aletargara mi cerebro durante unos meses para descansar.
            En mi interior conviven dos bandos enfrentados: el de la razón, que me pide a gritos que me concentre en mi profesión real, la que me da dinero a fin de mes y que yo estudié por decisión propia, y la del corazón, que sigue soñando con ver los libros en la estantería del FNAC, con una cola infinita de gente que quiere que se los firme.
            Quizá el hecho de ser géminis alimenta esa dicotomía interior que no para de luchar. Es como aquellas representaciones de las películas en las que un ángel y un demonio acosan al protagonista en cada una de sus orejas para dejar constancia de sus opiniones.
            Creía que las cosas algún día serían sencillas. O un poco más fluidas. Durante los años en los que me decían que necesitaba mejorar mi técnica no paré de trabajar, con una dedicación casi enfermiza, con la ilusión y el deseo de mejorar como motor. Recuerdo que cada pequeño adelanto era una gran recompensa al esfuerzo, que cuando leía libros de otros autores los corregía instintivamente o los analizaba hasta exprimirles todo el jugo que daban de sí.
            La meta de alcanzar un léxico suficientemente bueno, de dar una coherencia a las palabras de manera que el texto no dejara al lector un regusto amargo o una mala sensación de no fluir con facilidad, me mantenía en pie, me ayudaba a ganar horas durante el día y la noche, a no desfallecer.
            Ahora todo es distinto. Tengo mucho material y pocas ilusiones. Por primera vez en años me planteo la posibilidad de no llegar nunca a ver los libros impresos. Es un mal momento para todos los sectores y yo me canso de esperar a la semana que viene que nunca llega, al mes que viene, al año siguiente…
           

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Temas!!!!

20:01 Pat Casalà 0 Comments

Uno de los temas que más me interesan a la hora de investigar es el Antiguo Egipto. La misteriosa construcción de esas inmensas pirámides y la cultura tan avanzada que poblaba ese rincón del mundo hace tantos milenios ha inspirado un montón de libros, leyendas e historias.
            Es curioso cómo, tras tantos años acumulando ideas, en cuatro de mis cinco novelas, contando la inacabada Indicios, he utilizado mis lecturas acerca de la magia, de la telepatía, de los viajes en el tiempo, de la premonición,… ¡Hay tantos misterios sin resolver que nos envuelven! ¡Tantas cosas sin explicación!
            Recuerdo cuando era pequeña y buscaba darle un sentido a todo aquello que era llamado parapsicología. Me encantaba leer y leer cosas acerca de hechizos, fantasmas, espiritismo,… Era imposible explicar lo que leía y, aún así, me gustaba intentar lo que los libros decían y creer que todo era posible.
            Mi mente es hiperactiva. Hay momentos en los que desearía deshacerme de tantos y tantos pensamientos que me invaden constantemente. Me encantaría ser capaz de no analizar una y otra vez las situaciones pasadas y presentes, no reproducir sentimientos, angustias, alegrías y recelos.
            En parte sé que sin esa capacidad no podría almacenar las historias ni repasarlas en busca de grietas, repeticiones o contradicciones. Y, seguramente, tampoco hilaría las tramas con esa facilidad con la que acuden a mí.
            Lo cierto es que ahora que no puedo escribir la novela, que la hago a trompicones, con una inspiración discontinua, me paso el día escribiendo con la cabeza. Es una pequeña maldición, como si las historias me inundaran la cabeza y necesitara sacarlas por una u otra vía.
            Siempre ha sido así. De niña era algo que me entorpecía algunas de las relaciones con los demás. Había instantes en los que las fantasías eran tan potentes que necesitaba darles forma y transmitirlas, jugando con esos mundos imaginarios, recreándolos.
            Ahora puedo canalizar toda esa fantasía a las páginas. Permito que tome forma, que crezca, que me lleve con ella de la mano mientras la historia toma una consistencia casi mágica. Por eso, mientras no sea capaz de teclear de nuevo en el ordenador portátil, mientras las palabras se queden secas en mi interior, mi imaginación se dispara y me bombardea constantemente con tramas, historias e ideas.

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Treinta días en el blog

8:26 Pat Casalà 2 Comments

            Hoy se cumple un mes desde que me propuse escribir cada día un poquito en este blog. Haciendo balance de todos y cada uno de los posts y de la ilusión que he puesto en mis palabras sé que es una experiencia increíble.
            En todos estos años de lucha intensa, de escritura de libros en solitario, de desnudar mis mundos internos en el papel, no me he atrevido a dejar constancia escrita de mis anhelos, mis preocupaciones, mis ideas. Siempre tenía miedo a expresar mis propias opiniones, a vestir a un personaje con mis palabras y gestos, a dotar a alguien de mi personalidad.
            Poca gente ha leído mis obras, así que un grupo muy reducido de gente puede dar cuenta de ello. El profesor que tuve para acabar de pulir mi técnica, Pepe, tras leer El Secreto de las Cuartetas y conocerme me aseguró que Marta Noguera tenía mucho de mí, sin embargo yo no soy consciente de esa transferencia, sencillamente creé a una mujer a partir de mi imaginación.
            Ahora he de admitir que dar una salida a mis recuerdos, a mis sensaciones internas y a las ideas que me mueven es satisfactoriamente terapéutico y genial. Dejo fluir los pensamientos en este papel sin pararme a pensar nunca en las consecuencias, como si nada de lo que me preocupa fuera demasiado importante para guardarlo bajo llave.
            Tras treinta días compartiendo con la hoja mi mundo interior me siento afortunada de poseer un espacio que está siempre ahí, que no debe pasar los muchos plazos de espera de las editoriales, de las agentes, de los editores. Es simplemente un espacio en blanco donde expresarme sin tapujos y llegar a un grupo reducido de gente que a veces se interesan por mis palabras. Y es fantástico cuando recibo llamadas, mails o comentarios directos de gente a la que le gusta lo que hago. ¡Después de ocho años en la sombra me alegra recibir el sol!
            Muchas gracias a los que me habéis leído alguna vez. Con ese pequeño gesto me siento super feliz. J

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¡Al fin sol!

15:29 Pat Casalà 0 Comments

            Me hace muy, pero que muy feliz escribir cada día en este blog. Es genial saber que existe un pequeño espacio donde colgar todas las inquietudes que me apresan durante el día. Y lo mejor han sido las muestras de cariño que he ido recibiendo por mail, o por teléfono o en persona. ¡Es genial que os guste lo que escribo!
            Quizás nunca os he explicado lo solitario que puede parecer el crear una historia. Es un camino inaccesible para muchas personas de tu entorno, puesto que es tu propia mente la que se involucra en las tramas y no puede englobar a los demás. Sólo puede transmitirles parte de la narración, ideas sueltas que aparecen y otras que se desvanecen.
            En cuanto a la lectura, en mi familia no tengo muchos lectores, así que los libros que escribo pocas veces reciben atención por su parte. Sólo comparto las historias, las ideas, los argumentos que van y bien. Hay veces que le digo a mi marido: “recuerdas aquello que te conté acerca de…. Pues ahora es de esta otra manera”. Al final ni él sabe de lo que le estoy hablando ni yo sé si le estoy pegando un rollo.
            Hay una novela, La Baraja, que sólo hemos leído mi agente  yo. Otras que las ha leído mi padre y mi amiga Rosa y otras, como El Secreto de las Cuartetas, que me han pedido algunos amigos para leer y yo se la he enviado en PDF.
            Para mí es importante que los demás me lean, compartir con ellos mis ideas, ser parte de sus vidas durante unos días, unos meses, unas semanas,… Me encanta pensar que lo que hago interesa a otras personas, que pueden ver a través de mis personajes aquellos mundos paralelos que me invaden.


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Artistas

10:08 Pat Casalà 0 Comments

           ¡Qué día más gris! Parece inhóspito, frío y un tanto depresivo. ¡Es increíble el efecto que tiene el clima sobre mi estado de ánimo! Supongo que muchos de vosotros notáis la capacidad que posee la meteorología en vuestro interior.
            Los días de sol parece que todo es felicidad, alegría, ilusión,… La lluvia me deja un tanto baja de ánimo, como si las nubes que encapotan el cielo azul para teñirlo de gris plomizo se situaran dentro de mi cabeza para oscurecer mis pensamientos. Pero como el lema del blog es: “sé feliz” y escribir estas líneas cada día me inspiran una intensa alegría, estoy sonriendo.
            Ayer fui a ver una obra de teatro en un centro cívico. Una de las protagonistas era la tía de mi marido, una mujer guapa, ilusionada con su afición y buena actriz. Me encantó descubrir cómo el deseo de expresión artística de alguien puede descubrir sendas tan maravillosas para expresarse.
            Son un grupo de personas de todas las edades y profesiones que se han unido para crear un grupo de teatro amateur en el centro cívico de su barrio. Durante sus horas libres ensayan, preparan vestuarios, escenarios, ideas e ilusiones con vistas a ofrecer cuatro representaciones a un precio módico. No buscan dinero, el precio de las entradas lo destinan a los gastos inherentes a la función, sólo quieren permitir que su talento haga pasar un buen rato a quienes deciden compartir con ellos unas horas de su tiempo.
            Todas las expresiones artísticas son impresionantes. Los mundos interiores de las personas que desarrollan sus talentos son rica en expresiones, sentimientos e imaginación. No todos podemos plantarnos ante un escenario y recitar sin parecer artificial ni podemos entonar una canción sin desafinar ni podemos pintar un cuadro con precisión ni… ¡Hay tantos mundos artísticos! ¡Y tantos artistas capaces de compartir sus artes virtuosas!
           

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Expertos

9:26 Pat Casalà 0 Comments

            Finalmente ayer pude contar con una visita al museo egipcio de Barcelona para hablar con una experta egiptóloga. ¡Es fascinante contar con el asesoramiento de personas versadas en las materias que mi interesan!
            Uno de los temas bastante recurrentes en mis novelas es la conexión de hechos actuales con los misterios del antiguo Egipto. La magia, la parapsicología, las cosas inexplicables que nos rodean, los secretos del pasado… ¡Hay tantas y tantas preguntas sin respuesta! ¡Tantos misterios en los que ahondar!
            De jovencita me pasé muchas horas libres estudiando todos los temas que ahora recojo en mis novelas. Muchos de los libros que ahora consulto los compré en aquella época, cuando sólo me nutría para ir almacenando datos en mi disco duro.
            Recuerdo cuando ponían las paraditas de libros de segunda mano en el Passeig de Gràcia y yo las recorría en busca de “tesoros”. Tenía la extraña sensación de que si rebuscaba entre ellos encontraría tratados sobre magia, Egipto, el Tarot… Libros con carisma, con alma, con mucho que enseñarme.
            Todavía conservo algunos de esos libros en la estantería del despacho de mi casa. Los guardo junto a otros que adquirí en librerías especializadas en temas esotéricos y cuando me bloqueo en algún capítulo los releo en busca de una inspiración repentina.
            En mi búsqueda de información, cuando tenía unos quince años, fui con dos amigos a visitar a una señora que se anunciaba en las páginas amarillas como tarotista y vidente, conocedora de los rituales mágicos más importantes y de la eficacia de los amuletos.
            Mis amigos y yo nos presentamos en su casa un viernes por la tarde, pagamos la cantidad de dinero previamente establecida por teléfono y nos sentamos a hablar con ella. Yo iba provista de una libreta y un bolígrafo, como una reportera dispuesta a llenar las lagunas en su investigación. Era una mujer entrada en la sesentena, con el pelo cano recogido en un moño sobre la nuca. Sus ojos me parecieron poco expresivos y su forma de hablar, de contestar con evasivas a nuestras preguntas, me decepcionó mucho. Salí con la libreta en blanco y con mis expectativas rebajadas a la nada.
            Al cabo de unos años, tras recopilar información y acumular experiencia, entendí que para corroborar los hechos necesitaba acudir a mejores fuentes. En esa época Internet no existía, y por aquel entonces yo ya me había decidido a abandonar mis aspiraciones literarias en pro de las matemáticas, así que lo dejé todo aparcado en un rincón.
            Sin embargo, ahora, cuando busco inspiración para una trama concreta o me inclino a investigar hacia una dirección, siempre cuento con la inestimable experiencia de esos anhelos juveniles y me nutro de muchas cosas que aprendí entonces. Y una de las mejores lecciones es que siempre hay que preguntar a los mejores.
            Por eso cuando me documento escribo muchos mails a los expertos en las materias que me interesan. Siempre los busco a través de la red, me leo artículos, reseñas, publicaciones,… ¡Todo aquello que me ayude a identificar a los mejores! Muchas veces no obtengo respuesta, otras consigo colaboraciones inestimables.
            ¡Gracias a todos los expertos que me han ayudado en alguna ocasión!

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Lo que me hace feliz (1ra parte)

15:25 Pat Casalà 0 Comments

             Hoy he decidido dar un giro al blog y dedicar el post a enumerar la gran cantidad de cosas que me hacen feliz. ¡Hay tantas! A pesar de que mi deseo por llegar a dedicarme profesionalmente a la escritura parece que copa todo mi tiempo, tengo otras mil actividades diarias que me hacen sentir alegría.
            Quizás lo primero de la lista sería tener a mi familia cerca. De pequeña soñaba con casarme y tener hijos joven. ¡Y lo he logrado! A pesar de la casi adolescencia de mi hijo mayor, Álex, y sus contantes pullas típicas de la edad, es un chico fantástico y es una maravilla tenerlo junto a mí. Mi niña, Irene, todo y tener un carácter un tanto fuerte (tiene a quien parecerse), es una niña muy cariñosa. Y mi marido… ¡bueno, ya le dediqué todo un post!
            En segundo lugar está la escritura, pero no me voy a extender en ello. Sólo mencionar que cuando siento esas cosquillas en el estómago que acompañan a mi imaginación desbordante me encuentro ante la mayor explosión de felicidad a la que se pueda aspirar.
            Y luego está mi gran pasión: el baile. Voy a clase tres veces a la semana y me encanta. ¡Es genial! Llegas a la clase, el profe pone la música y permites que todo tu cuerpo conecte con las notas y el movimiento. Casi podría decir que es la mejor terapia en todos los sentidos. Para una mente hiperactiva como la mía es increíble conseguir desconectar durante una hora y estar sólo pendiente de la métrica de los pasos. ¡Y para el cuerpo es un gran ejercicio! Hay quien me dice que cuando bailo parece como si mi mirada se perdiera en otro lugar, como si toda yo me trasladara a otra dimensión. La clase me arranca muchas sonrisas, de aquellas que te revitalizan.
            Siguiendo con el orden de prioridades encontramos el sol. Soy cazadora de rayos profesional. ¡Me encanta tumbarme en una hamaca con mi ordenador en el regazo y tomar el sol mientras escribo! Siempre que nuestro astro rey asoma en el horizonte yo me preparo para disfrutar de la energía que me proporciona sentirlo acariciar mi piel. Cierro los ojos y escucho el silencio taimado que se forma en la atmósfera cuando reina el sol. Es un silencio distinto al de los días de lluvia, un silencio lleno de paz.
            También estoy contenta de ir a trabajar. Quizás la gente no sabe apreciar lo que tiene hasta que lo pierde, como me pasó a mí. Tras dos años en el paro ahora me despierto con una vitalidad increíble al saber que tengo un lugar al que acudir, donde se valoran las horas que dedico a sacar adelante el departamento de administración y donde tengo unos compañeros fantásticos: jóvenes, felices y con una energía envidiable.
            Y…. ¡Basta por hoy! ¡Si sigo va a ser imposible terminar! Así que voy a dejar el resto para otro día…. ¡Buen fin de semana!!!!

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Dificultades

8:19 Pat Casalà 0 Comments

           Es muy difícil superar una dificultad que durante años te ha impedido escribir una sola palabra sin el miedo de escribirla mal. La repetida visión de las hojas llenas de correcciones en rojo te crean una barrera imposible de penetrar. Es como si aquellas faltas garrafales que la señorita corregía en tus redacciones funcionaran como un revulsivo a la hora de alcanzar un bolígrafo y ordenar en un papel todo tu mundo interior.
            Recuerdo con espanto todas las veces que oculté mis escritos, la cantidad de hojas de papel que destruí de jovencita por la vergüenza de que alguien pudiera leerlas. ¡Cómo iban a ver algo tan lleno de faltas! Yo era consciente de mi dificultad, demasiado consciente, la verdad. Y eso me impedía dedicarme con cuerpo y alma a lo que siempre había deseado.
            En otro post os expliqué que el deseo de llegar a convertirme en una escritora famosa se convertía a veces en un dolor físico, en algo que todo mi cuerpo se veía implicado, no sólo el cerebro. De pequeña me dormía todas las noches con sueños imposibles acerca de que mis novelas iban a ir a Hollywood, de que una cazatalentos iba a ayudarme.
            Pero la disortografía estaba ahí, dispuesta a demostrar que mis sueños no eran más que eso: sueños inalcanzables. En ese momento me creí lo que las profesoras me decían: que nunca iba a conseguir escribir nada sin un corrector, y abandoné. Lo cierto es que abandonar es una palabra que no suelo emplear, siempre he sido perseverante, pero en mi mente de adolescente, un tanto traumatizada por tantos años de dictados, normas de ortografía y redacciones nadando en rojo, se cerró una puerta y se blindó, de manera que fuera imposible penetrarla.
            Todo y los pronósticos de algunas de mis profesoras sí logré sacarme una carrera y un Máster. Me casé pronto, tuve hijos muy joven y un día, cansada de mirar las hojas en blanco del cuaderno que me había comprado años antes para llenarlo con mis pensamientos, me sacudí mis complejos e inicié la tarea de volver a estudiar las normas de ortografía. Lo hice con devoción, como si me fuera la vida en ello.
            Cuando me senté por primera vez ante el ordenador, habiendo decidido de antemano que escribiría en castellano (la ortografía me parecía más sencilla), me percaté de que el corrector del Word casi no encontraba faltas. Así que seguí tecleando, plasmando en el papel todos mis mundos imaginarios, pensando en mis profesoras.
            Ahora, cada vez que leo un mail, un escrito, un post,… y corrijo inconscientemente las faltas, pienso en mi profesora de segundo de BUP, aquella que me dijo que jamás lograría sacarme una carrera, y mucho menos escribir un libro, sin una secretaria al lado. Y cuando mi hijo de trece años se me acerca, un tanto angustiado por haber heredado ese rasgo de su madre, lo insto a seguir sus ilusiones, a superar sus dificultades y a creer en él.  

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Preguntas y respuestas

8:03 Pat Casalà 0 Comments

            ¿Dónde residen las ideas? ¿De dónde saco cada una de las tramas que mi mente teje sin cesar? ¿Cómo delineo unos personajes y los voy llenando de vida, pasado, presente, ilusiones y frustraciones? ¿Y las emociones? ¿Y la estructura de la narración? ¿Y las tramas entrelazadas?.... ¡Hay tantas preguntas que me habéis hecho llegar que no sé si alcanzo a contestarlas todas!
            El proceso narrativo es algo que en mi caso sale innato. Es como si un resorte oculto se destapara cuando me siento ante la pantalla y dejara fluir por las teclas una historia que se ido formando con el paso de los días, como si estuviera viva dentro de mí y sólo necesitara que me siente ante la pantalla para plasmarse en forma de novela.
            Mi forma de escribir es un tanto errática. Siempre empiezo con una idea clara del principio y del final, pero no tengo más que una vaga idea de cómo llenar los capítulos intermedios. Investigo mucho acerca de los temas que quiero incorporar, pero muchas veces la mitad de mi investigación acaba arrinconada en la memoria del ordenador sin llegar a integrarse en la historia.
            Normalmente, cuando surge una idea mejor que la anterior debo retroceder en los capítulos ya escritos para rehacerlos y darles verosimilitud con el que acabo de escribir. Eso significa que mi mente está en constante hiperactividad, que no para de repasar los capítulos en busca de fisuras o incongruencias, a la vez que idea los siguientes.
            La intensidad que alcanzan mis pensamientos cuando me dedico en cuerpo y alma a una novela es inmensa. En muchos momentos dejo de dormir, incapaz de deshacerme de las tramas que se entrecruzan en mi cabeza. En otras ocasiones me traslado a la historia en cualquier lugar. ¡Mi marido es genial! Debo agradecerle que cuando desconecto de una situación actual para ahondar en alguna idea que aparece de repente, me entienda.
            Quizás por todo lo que os he contado ahora llevo más de ocho meses sin una constancia en la escritura. ¡Me encanta escribir! Y por ello quiero disfrutar haciéndolo. Normalmente no me incomoda aparcar otras cosas para centrar toda mi energía en los libros. Siempre he sido mujer de todo o nada, así que durante casi ocho años ha sido todo y ahora es nada. Tras el esfuerzo necesito ver frutos a mi trabajo para volver a disfrutar, así que de momento seguiré con el blog e intentaré recuperar la ilusión.   

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Malos, asesinos, torturadores, secuestradores,….

8:16 Pat Casalà 0 Comments

              Malos, asesinos, torturadores, secuestradores,…. ¡Hay tantos personajes infames que se meten en las tramas! Son personas necesarias en las historias, personas a las que debemos temer, pero a quienes también se debe dotar de la dualidad característica de los seres humanos.
            No todos los malos son eso y nada más. En esencia tienen pensamientos negativos, sangrientos, diferentes a los de otros seres humanos, pero también son personas con un pasado, unas características familiares, unos sentimientos determinados hacia sus allegados.
            El primer personaje frío y calculador que describí fue en Géminis, la única de mis novelas terminadas que no se nutre de temas paranormales, sencillamente gira en torno a un misterio científico. Luís era un hombre atormentado, con una dualidad de carácter y un pasado que lo convierten en un hombre calculador y despiadado, pero con una debilidad: su amor incondicional a Ari, su mujer.
            Recomponer las piezas de una mente tan dicotómica es una tarea un tanto ardua. No puedes plantear una persona con malos pensamientos y ya está, nadie es cien por cien frío y calculador ni cien por cien dulce, cariñoso y con buenas intenciones. El ser humano se caracteriza por sus múltiples contradicciones, es como si el bien y el mal se mezclaran en nuestro interior y encontraran una proporción justa en cada uno. Así los asesinos tienen su lado oscuro incrementado a la máxima potencia, pero también poseen una parte sensible que en algunos momentos puede presentarse.
            A Luís le siguieron Mario (de Géminis, también), Ángel Ponsard (el marido asesino y secuestrador de Marta Noguera en El Secreto de las Cuartetas), unos cuyos nombre no puedo revelar en El Secreto de los Cristales y el asesino de la cuneta en La Baraja.
            Ahora estoy describiendo la mente de una asesina en Oros. Es una mujer, lo que me dificulta un poco la tarea de encontrar la manera de dirigir su frialdad. Tiene un pasado un tanto oscuro y traumático. Es alguien que disfruta matando, que es una sádica, pero que no deja de poseer un lado tierno y frágil que le juega malas pasadas. Espero conseguir que su carácter sea creíble y que sus actos tengan una correlación lógica y pausible.

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Escribir en el blog

7:59 Pat Casalà 0 Comments

            El simple hecho de estar aquí sentada, delante del ordenador cada mañana, incluso los tres días que empiezo la clase de inglés a las 8.05, demuestra una infalible verdad: escribir me apasiona.
            En todos los días que he seguido mi tarea matutina de dejar constancia de muchos de mis pensamientos me he sentido ilusionada, plena, satisfecha y muy feliz de no dejar de teclear.
            Durante estos últimos años, dedicados en cuerpo y alma a lograr el objetivo que fijé de pequeña y del que huí por cobardía, la ilusión de llegar a las librerías, de compartir con otros los mundos imaginarios que pueblan mi mente, de poder caminar por algún lugar y ver la sonrisa en el rostro de alguien que sostiene una de mis novelas frente a su mirada, me ha mantenido en pie, a pesar de los obstáculos y los múltiples rechazos.
            Ahora es como si me hubiera tomado un descanso, como si mi cerebro quisiera aparcar u tiempo el duro ejercicio de retener todo el argumento e ir tirando del hilo para descubrir los fallos entre las páginas escritas y las secuencias que vienen después. Y el hecho de estar delante del teclado cada mañana, de compartir con la pantalla mis deseos y angustias, colma por completo la necesidad actual que tengo de proseguir con la escritura.
            Y en este momento debo despedirme. ¡Mirad el reloj! ¡Tengo inglés en seis minutos!!!!!!   

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Pasionalidad!!!!!

9:59 Pat Casalà 0 Comments

            La pasionalidad es un rasgo que no puedo evitar transmitir a todos los personajes que creo. Yo soy una persona tremendamente pasional, siempre reacciono de manera un tanto exagerada a las situaciones y me cuesta canalizar la rabia, la alegría o la frustración en el primer momento. Eso me dificulta la tarea a la hora de dotar con otra personalidad más fría, más tranquila, más lógica o menos apasionada a las personas que mi mente inventa.
            Ese matiz es algo que he trabajado mucho a la hora de pulir los manuscritos. Creo que la parte emocional es parte importante para conocer a los personajes y llegar a quererlos, pero siempre he de buscar la manera de desdramatizar algunas de las situaciones en las que se encuentran, referenciado sus reacciones en otras personas y alejándolos de mi manera de reaccionar.
            Todo y así creo que en las cinco novelas he conseguido transmitir sus sentimientos a través de palabras, gestos y reacciones. ¡Es fantástico encontrar la manera de sentir en otra persona! Ahora estoy leyendo un libro en el que la historia me resulta interesante, pero los personajes no muestran demasiado sus emociones, o como mínimo no de una manera patente, que se extraiga de las páginas. Y me falta, me falta la pasionalidad, la conexión con el detective, la sensación de conocerlo emocionalmente.
            Los libros que me enganchan son aquellos que exudan emoción en las frases, que me introducen en una realidad paralela donde puedo conocer a sus habitantes a través de sus sentires, donde me encuentro con su personalidad cara a cara y soy capaz de discernir el por qué de sus reacciones.
            Cunado tengo una novela entre mis manos y en ella encuentro esa conexión con los personajes tengo una necesidad extrema de continuar leyendo en todo momento. Devoro la historia con fervor, como si entre sus páginas lograra construir esa dimensión paralela de la que os he hablado en otras ocasiones.
            Para mí la descripción física de un personaje pasa a segundo término cuando puedo palpar su forma de sentir. Es como si mi mente construyera una persona a partir de unas emociones y la construyera ante mis ojos a través de sus gestos y reacciones.   

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